El minimalismo estructural de Ludwig Mies van der Rohe y su influencia actual
- Studio Bas Architects

- hace 6 días
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En el universo de la arquitectura moderna, pocas figuras resultan tan decisivas como la de Mies van der Rohe. Su aforismo “menos es más” sintetiza una filosofía que va más allá del estilo: es una búsqueda de esencia, claridad estructural y autenticidad material.
Hoy, en plena era del exceso visual y la complejidad constructiva, su legado resuena como una voz firme que recuerda que la verdadera arquitectura emerge cuando la forma se somete al orden, y la estructura se convierte en expresión. En este artículo analizamos cómo el minimalismo estructural de Mies continúa influyendo en el diseño contemporáneo, y qué lecciones podemos extraer para nuestros proyectos actuales.
1. El origen del minimalismo estructural
Mies van der Rohe fue un arquitecto germano-americano cuya obra marcó un antes y un después en la arquitectura moderna. (ArchDaily)
Desde su formación en el estudio de Peter Behrens, su paso por la Bauhaus y su emigración a Estados Unidos, Mies desarrolló una visión que rechazaba el ornamento superfluo y exaltaba la estructura como lenguaje.
Ejemplos emblemáticos:
El Pabellón de Barcelona (1929), con columnas cruciformes, muros de mármol y vidrio, donde la estructura es protagonista.
La Casa Farnsworth (1951), vivienda de planta libre elevada sobre pilotes, donde el acero y el vidrio definen el espacio sin murallas innecesarias.
La esencia del minimalismo estructural de Mies consiste en eliminar lo superfluo, mantener lo fundamental, y permitir que la luz, la proporción y los materiales tomen protagonismo.

Farnsworth House / Mies van der Rohe. Image
2. La herencia filosófica: “Menos es más”
La famosa frase “menos es más” resume la visión de Mies van der Rohe, pero va mucho más allá de un lema estético: es una declaración de principios.
Para Mies, simplificar no era empobrecer, sino revelar la esencia. El espacio debía ofrecer claridad, orden y una plataforma para la vida, no competir con ella.
En su pensamiento, el minimalismo no es la ausencia, sino la precisión; no lo compacto, sino lo abierto; no lo decorado, sino lo auténtico. Los materiales —acero, vidrio, travertino— no se ocultan, se exhiben con dignidad.
Ese enfoque inspiró no solo a sus contemporáneos, sino también a generaciones de arquitectos posteriores que entienden la simplicidad como una virtud técnica y conceptual.

3. La influencia de Mies en la arquitectura contemporánea
El legado de Mies van der Rohe no se limita a sus propias obras: su pensamiento está vivo en la arquitectura actual.
Algunos rasgos visibles en proyectos contemporáneos:
Transparencia estructural: edificios donde la estructura queda al descubierto y la envoltura desaparece visualmente.
Materiales honestos: acero, vidrio, piedra sin ornamentación, porque la belleza emerge de la propia materialidad.
Geometría rigurosa y orden espacial: planta libre, modulación, repetición, orden claro.
Por ejemplo, arquitectos como David Chipperfield, Norman Foster o estudios como SANAA (aunque con matices propios) recogen la herencia miesiana de la contención, la claridad y la elegancia estructural.
Además, el minimalismo actual añade dimensiones nuevas: sostenibilidad, eficiencia, integración con el entorno, reduciendo residuos formales tanto como energéticos. En ese sentido, la fórmula de Mies resulta sorprendentemente actual.

El minimalismo estructural de Mies van der Rohe no es un estilo antiguo, sino una disciplina vital. No se trata únicamente de reducir, sino de esculpir la arquitectura con intención: eliminar lo innecesario para liberar lo esencial.
Como arquitecto, tu reto —y tu oportunidad— es aplicar este legado: crear espacios que no griten, que no compitan, sino que susurren con contundencia. Espacios que hablen de estructura, materiales y luz, pero que también involucren al usuario, lo envuelvan, lo dignifiquen.
En resumen: menos no es menos. Menos puede ser más.
— Julio Lau Borrayo
Studio BAS Architects

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